Nuestro conocimiento como negocio rentable
El proceso de formación que normalmente tiene una persona para sacar una carrera o una profesión, rara vez, se complementa con estrategias que se oriente a cómo vender de la mejor forma posible lo que uno sabe.
Normalmente, los contenidos entregados por las instituciones superiores están diseñados para las empresas. En este sentido, todo lo que se circunscribe a ventas, publicidad o estrategias de posicionamiento en el mercado, tiene como objetivo un producto, “algo” que es externo a mi persona.
Por lo tanto, la retroalimentación de la forma de cómo observamos, utilizamos y aprovechamos, el conocimiento, los saberes y en definitiva, nuestras competencias, tiene que ser reestructurado y transformado en lo que soy.
Lo que soy, se centra y fundamenta en todas las cosas que puedo ver, tocas, degustar, sentir, soñar, idear, inventar o crear. Es la multiplicidad de saberes que se religan en lo que soy. Pero lo que soy, es más que la sumatoria de elementos diversos. Lo que soy, es la existencia misma de lo que desarrollo, vivencio en la sociedad y en mis relaciones interpersonales.
El arte de venderse, comienza por tomar conciencia de lo que “realmente” soy. Y desde ese momento, mis sueños, mis proyectos comienzan a materializarse en una actitud constructiva y concreta de mis conocimientos. El arte de venderse como ser creativo; es el arte y la pasión de creer que todo es posible.