Realmente es necesario un mentor para obtener el éxito profesional

Por la experiencia y las infinitas observaciones que se han realizado se puede concluir que hay una gran diferencia entre tener un mentor o no tenerlo; contar con la figura de un consejero o guía, por decirlo de alguna manera, en tu carrera profesional va a significar la disminución de los errores y el incremento de los aciertos que, en resumidas cuentas, se traduce en un aumento de las ganancias en los negocios de cualquier empresa, ya sea propia o ajena.

Pero, ¿es real y totalmente necesario tener un “Mentor”?

Analicemos lo que significa no tener un mentor. La carencia de un mentor o un experto que nos guíe, nos llevan a dos situaciones; la primera, es la navegación ciega por los canales difusos en la cual se inserta la economía mundial. La carencia de claridad en la navegación, pone en riesgo, la nave que guiamos. Al no conocer las trampas u obstáculos que están por debajo de las evidencias que se observan, incrementando de alguna manera, el peligro de la empresa. Por otro lado, no sólo evidenciamos, la falta de conocimientos de cómo se dan las relaciones y las interacciones en el mercado; además, se suma la falta de experiencia. La falta de experiencia, aumentada por un conocimiento básico y simple, corre el riesgo de perder, el camino ganado y llevarnos a pérdidas que nos resultarían difíciles de remontar.

La guía de un mentor; sin embargo, nos pondría a resguardo de cualquier dificultad; es decir, su aprendizaje, estaría al servicio de nuestra enseñanza, generando saberes que nos pondrían en una buena situación para no caer en los mismos errores que muchos han caído.

Por supuesto, aunque toda organización o persona tiene la capacidad de aprender a partir de sus propias experiencias, un mentor nos facilitaría y adelantaría con conocimientos que sólo el tiempo nos enseñaría. Pero, en la economía mundial,  la velocidad es fundamental para estar en los  primeros lugares de la carrera o quedarse en el último lugar de ella.