Lo que hay que hacer cuando abandonas el trabajo

No vas a ser el primero ni el último que pretende abandonar un trabajo.

Ha pasado muchas veces y seguirá ocurriendo.

Inevitable es analizar y reflexionar el por qué se quiere dejar un empleo, ver cuál es el contexto, la situación y las causas que provocan el tomar esta decisión.

Sobre todo en la actualidad, pues no es lo mismo abandonar un trabajo en época de bonanza que  en época de crisis.

Abandonar un trabajo, sea el momento que sea, siempre es una osadía que conlleva en sí mismo, el riego de la incertidumbre. Pero, si el abandono del trabajo, tiene como objeto generar mayores posibilidades laborales, perfeccionarse y mejorar las competencias; es una buena decisión.

Lo que no debe ocurrir, tras dejar un empleo, es abandonarse a sí mismo y dejar de lado las responsabilidades, teniendo así un comportamiento poco profesional.

En este sentido, y en la medida de lo posible, siempre que dejes un empleo debes abandonarlo con máximo interés en dejar una buena imagen y dejar con un buen “sabor de boca” a la empresa que abandonas.

Dejar el trabajo por la puerta grande, haber sido consecuente hasta el último momento o tener un comportamiento profesional ético y moral intachable, permite a la larga que, la imagen dejada en el trabajo anterior, genere otras  posibilidades laborales en mejores condiciones.

Recordar que la historia laboral nos seguirá a donde vayamos. Siempre pueden solicitar recomendaciones o referencias; y las empresas que pretenden contratarte buscan información en los lugares en la cual se ha trabajado.

Por tanto, vemos que abandonar un empleo puede generar buenas expectativas para lograr otro mejor, pero éstas se harán realidad dependiendo del comportamiento que se haya tenido en los trabajados anteriores.